Nos ocupamos de que nuestras intervenciones generen arquitectura sostenible y de bajo impacto ambiental.
Estudiamos las mejores estrategias para cada una de nuestras intervenciones o servicios en los siguientes ámbitos:
LUGAR Y CLIMA, Características del entorno físico donde se implanta el edificio que pueden condicionar la intervención desde el punto de vista medioambiental: parámetros climáticos, normativa urbanística, entorno urbano y características de las edificaciones vecinas presentes y futuras y características de la topografía, terreno y suelo.
ENERGIA, Objetivo 2.020. Disminución de la demanda un 20%, aumento un 20% uso de energías renovables y aumento del 20% la eficiencia de los equipos. Disminución de la demanda energética a través del aprovechamiento de las condiciones locales, mejora de la envolvente del edificio, la incorporación de energías renovables, equipos más eficientes y la gestión de la ocupación y el uso de los espacios.
AGUA, Incorporación del agua como recurso en el proyecto a través del estudio real de la demanda en cada edificio, incorporación de elementos de ahorro y aprovechamiento de aguas pluviales o grises para usos determinados.
MATERIALES Y RESIDUOS, Estudio del impacto ambiental de los materiales teniendo en cuenta su fabricación, el mantenimiento y ciclo de vida. Uso de materiales reciclados y reciclables. Minimización de los movimientos de tierras, entendiendo éstas como un recurso, aprovechamiento en la misma obra o en otras. Minimización y gestión de los residuos durante la fase de obra.
SALUD, La habitabilidad de los espacios como finalidad principal de la arquitectura, la salud, el confort y el bienestar de los usuarios de los edificios. Uso de materiales biocompatibles, saludables y sin componentes tóxicos que se emitan al ambiente interior de los edificios.